Este pasado fin de semana la capital de la provincia de Vizcaya se ha convertido en el epicentro del rugby europeo acogiendo a más de 60.000 aficionados del deporte oval que llenaron Bilbao de color, alegría y un ambiente festivo inigualable. La asistencia a San Mamés fue de 52.282 espectadores en la final de la Champions Cup, en la que el equipo irlandés de Leinster levantó su cuarta copa europea tras ganar 15-12 al Racing 92 francés en un partido sin ensayos ; de 32.543 en la de la Challange Cup, que ganó el Cardiff galés al Gloucester inglés tras una épica remontada en los últimos minutos ; y de 2000 en Fadura en la Continental Shield que se llevó el Enisei STM ruso. Las instituciones vascas han considerado la celebración de las finales europeas un éxito por el número de visitantes, la repercusión exterior de las retransmisiones televisivas y la ausencia de incidentes.

Según ha informado el Ayuntamiento de Bilbao, más de 60.000 personas visitaron las tres zonas de ocio instaladas para los aficionados, y aunque las previsiones auguraban más de cien mil espectadores, la ocupación hotelera ha sido total y ha supuesto un revulsivo importante para la actividad económica de la ciudad.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, que acudió el sábado por la tarde a la final de la Champions Cup, ha afirmado que Euskadi ha demostrado "capacidad organizativa" con las finales europeas de rugby y ha logrado "la promoción internacional de nuestros valores y cultura". Del mismo modo el presidente de la asociación europea de clubes, Simon Halliday, ha considerado que ha sido un fin de semana "maravilloso" por la "gran implicación" de las instituciones y los ciudadanos.